Bombardeo estratégico hoy

Los pionero del bombardeo estrágico como Giulio Douhet, Arthur Harris, Curtis Le May o el propio Billy Mitchell eran partidarios de esta estrategia militar dentro del contexto de guerra total, que tiene como objetivo la destrucción de la capacidad económica de una nación para librar la guerra. Se trata de un ataque aéreo sistemático y organizado. Se diferencia de un ataque táctico realizado durante el bombardero estratégico, que involucra aviones bombarderos estratégicos, misiles de crucero o cazabombarderos que atacan determinados blancos durante la organización y planificación de la campaña.

La diferencia entre bombardeos tácticos y estratégicos estriba en la especificidad de sus misiones. Las misiones de bombardeo estratégico por lo general atacan blancos tales como fábricas, redes ferroviarias, refinerías de petróleo e incluso ciudades completas, mientras que las misiones de bombardeo táctico se dirigen contra blancos tales como concentraciones de tropas, puestos de mando y control, aeropuertos militares y depósitos de munición, que son blancos específicos. La acción de volar hasta el blanco y lanzar las bombas, aun si es parte de una campaña de bombardeo estratégico, es un evento eminentemente táctico. Los aviones utilizados para bombardeos estratégicos son por lo general muy grandes, contando con gran autonomía de vuelo.

Sin embargo, la diferencia no radica en el tipo de aeronave utilizada o el tipo de blanco asignado, sino en el propósito del ataque. El bombardeo táctico tiene por objetivo derrotar a fuerzas militares concretas del enemigo. En cambio, el bombardeo estratégico tiene por finalidad reducir la capacidad de una nación para sostener la guerra o doblegar su decisión política de pelear como parte de una estrategia global; por lo tanto, es correcto identificarla como bombardeo "estratégico global".

Algunos bombarderos estrégicos norteamericanos clásicos

El Boeing B-17 Flying Fortress (en español: «Fortaleza Volante») es un famoso bombardero pesado cuatrimotor de la Segunda Guerra Mundial, fabricado desde 1935 y puesto en servicio en 1937 con el Cuerpo Aéreo del Ejército de los Estados Unidos (USAAC) y la Real Fuerza Aérea británica (RAF). Realizó miles de misiones con los Aliados durante la IIGM, sobre todo en Europa, aunque también tomó parte en la campaña del Pacífico, demostrando ser uno de los más fiables bombarderos de la contienda, junto con el Consolidated B-24 Liberator. Las últimas versiones de este bombardero estaban armadas con trece ametralladoras de 12,7 mm y podían cargar casi 8000 kg de bombas (dependiendo del modelo).

El Boeing B-52 Stratofortress es un bombardero estratégico subsónico de largo alcance, propulsado por motores de reacción, fabricado por la compañía estadounidense Boeing, y que está en servicio en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) desde 1955.

El Convair B-58 Hustler ("estafador" en inglés) fue el primer bombardero operacional estadounidense capaz de alcanzar la velocidad supersónica de Mach 2. La aeronave fue desarrollada para el Mando Aéreo Estratégico (SAC) de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en la segunda mitad de la década de los años 50. A pesar de su sofisticada tecnología y su capacidad de volar a velocidad de Mach 2, su flexibilidad operacional fue limitada debido a su alto coste operativo y a los cambios en las misiones estratégicas. Esto hizo que su vida operativa fuese relativamente corta, de 1960 hasta 1970. Su papel especializado pudo ser sucedido por otros bombarderos supersónicos norteamericanos, como el FB-111 y, posteriormente, por el B-1 Lancer.

El Rockwell B-1 LancerN 1​ es un bombardero estratégico cuatrimotor con ala de geometría variable, usado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) desde 1986. Concebido inicialmente en los años 60 como un bombardero supersónico con suficiente alcance y capacidad de carga como para reemplazar al Boeing B-52 Stratofortress, finalmente en los años 1980 se desarrolló principalmente para realizar incursiones a baja cota, con largo alcance y capacidad de vuelo supersónico a gran altitud.

El Northrop Grumman B-2 Spirit, también conocido como Stealth Bomber, es un bombardero estratégico estadounidense con tecnología furtiva diseñada para penetrar densas defensas antiaéreas. Un ala voladora subsónica con una tripulación de dos personas, el avión fue diseñado por Northrop (más tarde Northrop Grumman) y producido entre 1987 y 2000. Puede lanzar armas convencionales y termonucleares.

 La capacidad del B-2 Spirit es enorme. Puede lanzar hasta ochenta bombas guiadas por GPS Mk 82 JDAM de 500 libras (230 kg), o dieciséis bombas nucleares B83 de 2.400 libras (1.100 kg). El B-2 es el único avión en servicio que se sepa que puede transportar un gran cargamento de  bombas en configuración sigilosa.

El Northrop Grumman B-21 Raider es un bombardero estratégico estadounidense en desarrollo para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF), fabricado por Northrop Grumman. Como parte del programa Bombardero de Ataque de Largo Alcance (Long Range Strike Bomber, LRS-B), será un bombardero estratégico intercontinental 'stealth' (furtivo) de largo alcance para la USAF, capaz de transportar armas convencionales y termonucleares.1​2​3​ La Fuerza Aérea pretende que el B-21 reemplace al B-1 Lancer y al B-2 Spirit para 2040, y posiblemente al B-52 Stratofortress después. (Foto:USAF)

El B-21 podrá alcanzar largas distancias y operar en cualquier parte del mundo realizando ataques y misiones de vigilancia sin necesidad de partir de bases cercanas al objetivo que le pongan en peligro. También puede transportar diversas armas convencionales, así como llevar a cabo misiones de guerra electrónica y reconocimiento. Además, el esperado bombardero tiene capacidad nuclear, lo que le convierte en una de las amenazas sobre las que se sustenta el programa de disuasión estadounidense. El B-21 está siendo diseñado con una arquitectura de sistemas abiertos para reducir el riesgo de integración y permitir la modernización que hará posible que la aeronave evolucione a medida que cambia el entorno de amenazas. (Foto: USAF)

¿Caza, bombardero o cazabombardero?

Durante mediados del siglo XX y la Guerra Fría, parecía existir una distinción clara entre aquellos aviones diseñados como bombarderos estratégicos (grandes y pesados) y aquellos diseñados para ser cazas de combate (más pequeños y ágiles). Existían pocas excepciones a esta regla. Sin embargo, en la quinta generación de aviones de combate existen modelos diseñados normalmente para el combate aéreo pero que también pueden ser utilizados para bombardeos estratégicos. Los antiguos diseños de bombarderos estratégicos todavía se utilizan, pero está claro que los nuevos desarrollos mejoran significativamente las características de aquellos. ¿Por qué está pasando esto? ¿La guerra actual ya no requiere bombarderos estratégicos tradicionales? ¿Son los diseños de los aviones de combate tan flexibles que pueden realizar diferentes misiones? (normalmente es al revés, conforme pasa el tiempo se ve más especialización). En pocas palabras, ¿siguen siendo útiles los bombarderos estratégicos o los cazas están asumiendo este papel?

Un avión grande y pesado o varios ligeros y con poca carga (los costes operativos)

La razón por la que se utilizan aviones pequeños en la función de bombardeo es la flexibilidad y el coste. Desplegar un B-52 a veces no es la mejor opción. Solo puede estar en un lugar a la vez, vuela a velocidades subsónicas y es costoso de operar, lo que pone en riesgo a más tripulaciones y material. El uso de aviones de ataque más pequeños permite alcanzar objetivos en un área geográfica más amplia más rápidamente. Y aunque en conflictos pasados se produjeron campañas de bombardeos masivos que favorecían el uso de grandes bombarderos, en conflictos más recientes se ha visto mucho menos esta táctica. Los ataques más pequeños y dirigidos son típicos hoy en día. En este tipo de operaciones un bombardero grande sería excesivo. Echemos un vistazo al coste por hora de vuelo de varios aviones. Un B-52 cuesta 70.000 dólares por hora de funcionamiento y un B-1B 60.000 dólares. Comparemos esto con un F-16C por 23.000 dólares o un F-15C por 42.000 dólares. El A-10 cuesta 18.000 dólares. Para bombarderos con capacidad de sigilo, los costos suben a 170.000 dólares para un B-2 y 70.000 dólares para un F-22. Entonces, ¿por qué enviar un B-52, cuando unos pocos F-16 costarían la misma cantidad? 

Los cazas también podrán defenderse y seguir cumpliendo una misión si un avión es derribado. El mismo argumento puede aplicarse a la clase sigilosa. Los bombarderos estratégicos todavía tienen su utilidad, pero el papel de bombardero es mucho menos exigente que el de caza. Con un mantenimiento adecuado y múltiples mejoras de equipo, los viejos bombarderos aún pueden lanzar bombas a sus objetivos sin problemas. Los aviones de combate tienen requisitos mucho más complicados, como el sigilo, la velocidad y la maniobrabilidad, donde los avances tecnológicos justifican los costes del desarrollo continuo de nuevos diseños. Los aviones se están generalizando más porque son más eficientes. En algunos ámbitos, como la aviación naval, esto es aún más crítico. ¿Por qué tener aviones separados para guerra electrónica, ataque y defensa aérea? Estaríamos limitados a un cierto número de cada tipo, con poca o ninguna capacidad cruzada. Pero con aviones más generalizados, se pueden tener más aviones con una determinada capacidad en toda la flota. Si una determinada capacidad se vuelve menos importante, no se terminará con un grupo entero de aviones totalmente inutiles. Los aviones hoy en día pueden cumplir múltiples funciones en una sola misión o despliegue.

Las estrategias cambian

Hay muy pocos perfiles de misión en el combate moderno (posterior a la Segunda Guerra Mundial) que requieran "carpet bombing" tal como se diseñó en la Segunda Guerra Mundial. El objetivo principal de una campaña de bombardeo estratégico suele ser una ciudad u otra zona densamente poblada. Durante la Segunda Guerra Mundial se consideró un mal necesario, ya que los objetivos militares-industriales de alto valor generalmente estaban ubicados en estas ciudades y la precisión (y potencia) de las bombas era muy limitada, por lo que generalmente se requería un ala completa de bombarderos para garantizar la destrucción completa del objetivo. Desde entonces, las naciones con importantes fuerzas aéreas han rechazado este enfoque por considerarlo poco ético.

Tecnológicamente, los avances han seguido erosionando el perfil de la misión del bombardero pesado. En innumerables ocasiones se han realizado campañas de bombardeo pequeñas y de precisión en bombarderos ligeros como el Stuka, Mosquito y el B-25 Mitchell, y en épocas posteriores en el F-100 Super Sabre, F-105 Thunderchief (apodado Thud), A-6 Intruder y A-7 Corsair. Estos aviones posteriores a la IIGM se eneficiaron del desarrollo de la electrónica y las computadoras de control de fuego para aumentar drasticamente la precisión de las armas no guiadas, lo que junto con su mayor velocidad contra los aviones interceptores enemigos hacía innecesaria esa visión anticuada de un cielo oscurecido por grandes cantidades de bombarderos. En la guerra moderna, hay pocos aviones pequeños de ataque a tierra dedicados (siendo el A-10 una excepción notable diseñado para apoyo aéreo cercano), la mayoría de ellos son aviones "polivalentes" como el F-16 y el F/A-18. con algunos cazas de "ataque profundo" como el F-15E (y cuando se requiere un perfil de misión similar pero más potencia de fuego, el B-1B encuentra su nicho). Estos cazas se encargan de la mayoría de las operaciones ofensivas contra objetivos de alto valor y defensas aéreas enemigas (misiones "Wild Weasel"), y los helicópteros, los A-10 y AC-130 se encargan de las amenazas directas a la infantería y los blindados.

A principios de la Guerra Fría, la mejor y más importante razón para mantener bombarderos pesados como el B-29, B-48 y B-52 era que eran el único vehículo adecuado para el lanzamiento de armas nucleares estratégicas (>1Mt). Estas armas fueron eliminadas del arsenal estadounidense con la introducción del misil balístico intercontinental con capacidad MIRV, capaz de transportar la misma carga útil total mucho más lejos, más rápido y con menos impacto de desgaste por parte de las defensas. Poco después de la disolución de la Unión Soviética, el propio Mando Aéreo Estratégico, la entidad operativa más grande del B-52 en la historia, fue disuelto.

La última gran razón para tener algo como un B-52 en el teatro de operaciones es la capacidad de poder descansar indefinidamente (al menos 24 horas seguidas) al no estar de servicio. Los B-52 tienen un tamaño y espacio adecuado para que la tripulación que se encuentre de rotación se relaje lo suficiente (no encontraremos cómodos colchones a bordo, pero hay algunos lugares para estirarse y dormir, y hay un lavabo algo tosco conocido sarcásticamente como "cubo de miel"). Con el reabastecimiento de combustible en vuelo, las únicas limitaciones serias al tiempo de vuelo son la capacidad de almacenamiento de alimentos a bordo y el eventual agotamiento de las municiones. 

El B-52 puede equiparse con 336 bombas JDAM guiadas por GPS, y un B-52 que merodea a 50.000 pies sobre un teatro como Afganistán puede ser dirigido a través de AWACS/JSTARS para lanzar una bomba guiada a un objetivo sin línea visual. Si las defensas aéreas son un problema potencial, tiene capacidades de BVR lejano cuando usa misiles de crucero como el JSOW. Este es el último bastión del B-52, y es importante; Con la introducción de varias mejoras tecnológicas y de eficiencia, la USAF planea mantener un pequeño número de estos aviones hasta al menos 2040.

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